Aislar las paredes exteriores de tu casa puede ayudarte a reducir tu boleta de energía, y al mismo, tiempo le da un aspecto más natural a la fachada. Y estas no son las únicas ventajas…
El 25% de las pérdidas energéticas de una vivienda se deben a un aislamiento pobre. Una opción disponible que puede ayudar a mejorar esto es crear una cámara aislante que puede proyectarse desde el interior o el exterior. A continuación, veremos otra solución que es más fácil de instalar.
Cómo aislar las paredes de exterior
El aislamiento exterior consiste en colocar una capa aislante en cada muro o en aquellos más expuestos al frío y al viento. Esto se logra aplicando (o fijando) bloques aislantes que suelen consistir en poliestireno expandido o lana mineral. El aislante se cubre a continuación con un revestimiento de fachada como, por ejemplo, tablas o placas de fibrocemento.
Ventajas del aislamiento externo
1. No hay nececidad de trasladarse a otro lugar durante la obra
Como la obra se realiza desde el exterior, no necesitas trasladarte o vivir en ciertas habitaciones mientras se lleva adelante tu proyecto. Otro factor importante: ¡la casa permanecerá impecable! Sin materiales, escombros o polvo en el interior.
2. El espacio habitable permanece igual
El aislamiento necesita tener un espesor de entre 15 y 20 centímetros para aislar la casa de forma adecuada. Aislando desde el exterior, esto no reduce el espacio habitable del interior de tu casa.
3. Oportunidad de realzar tu fachada
No más ladrillos pintados o paredes descoloridas. El aislamiento exterior es una oportunidad de dar a tu fachada una nueva vida. ¿Por qué no apostar por un material innovador, amigable con el medio ambiente, duradero y moderno como son las tablas de Siding Cedral? Son fáciles de mantener, resistentes, disponibles en diferentes acabados y colores, para crear una fachada duradera.
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4. Reducción del puente térmico
El aislamiento exterior actúa como un abrigo que protege tu hogar. Es mejor que un aislamiento desde el interior desde el punto de vista térmico porque permite un aislamiento continuo con pocos o ningún puente térmico. Además, protege a la fachada del mal tiempo y preserva la inercia térmica del edificio, generalmente importante para el confort en verano. Finalmente, el aislamiento desde el exterior garantiza la permeabilidad, que permite una regulación mucho mayor de la humedad de la vivienda.
5. Ahorro enrgético
Aislar su casa desde el exterior es una de las formas más eficientes de ahorrar energía. El ahorro dependerá del tipo de aislante que elijas y de su espesor. Además, aislar una vivienda de forma adecuada incrementa el valor de tu propiedad (especialmente a la hora de venderla). Esto rentabilizará su inversión inicial mucho más rápido.