¿Se calienta el interior de tu casa cuando brilla el sol? El truco está en evitar el calor antes de que sea demasiado tarde. No sólo puede hacerlo utilizando la sombra, sino también eligiendo el color adecuado para tu fachada. Con nuestros consejos prácticos, podrás mantenerte fresco en el interior.
Las casas en los distintos países tienen un aspecto diferente. Esto no sólo se debe a las preferencias estéticas, sino también a que los edificios deben proteger a sus habitantes de las condiciones meteorológicas.
El impacto de los elementos en tu casa
¿Te has preguntado alguna vez por qué las casas de los distintos países tienen un aspecto diferente? No sólo se debe a las preferencias estéticas, sino también a que los edificios deben proteger a sus habitantes de las condiciones meteorológicas. Y los climas son diferentes en todo el mundo. Por eso, en los países cálidos, las ventanas suelen ser más pequeñas para evitar el calor. En las regiones frías, los tejados son menos inclinados, para que la nieve en invierno proporcione un aislamiento natural. En los climas húmedos, los canalones y las tuberías para la lluvia alejan el agua de la casa de la forma más eficiente posible, mientras que en los climas secos (o en los veranos calurosos) el agua de lluvia del tejado se recoge cuidadosamente para regar el jardín o el césped.
Cierra tu casa todo lo posible cuando el sol esté fuera. Cierra las persianas, las cortinas y las puertas, y vuelve a abrirlas para que entre aire fresco cuando se haya enfriado.
¿Cómo proteger tu casa del sol?
Ni que decir tiene que tu casa está expuesta a las inclemencias del tiempo, llueva o truene. El sol puede ser muy duro y puede afectar seriamente a la temperatura de tu casa. El objetivo es evitar que tu casa se caliente demasiado en primer lugar, en lugar de intentar enfriarla cuando ya es demasiado tarde. Para ello, cierra tu casa lo máximo posible cuando el sol esté fuera. Cierra las persianas, cortinas y puertas, y vuelve a abrirlas para que entre aire fresco cuando se haya enfriado. También puedes crear sombra, plantando árboles en lugares estratégicos o colocando parasoles en las ventanas orientadas al sur. Esto ya tendrá un impacto considerable en el confort de tu vivienda.
Pinta tus paredes de blanco o dales un revestimiento de fachada de color blanco o claro de CEDRAL. La ventaja es que detrás de los paneles de la fachada hay una capa de aire que proporciona a tu vivienda un aislamiento adicional.
El efecto del color en la absorción del calor
El color de tus paredes afecta en gran medida a la absorción del calor. Imagina que llevas una camiseta negra al sol, sentirás mucho más calor que cuando llevas una blanca. Esto se debe a que los colores claros reflejan la luz del sol, mientras que los colores oscuros la absorben, calentando el objeto de color oscuro, es decir, tu cuerpo. Lo mismo ocurre con las paredes. Una casa más oscura puede calentarse hasta 33ºC más que una blanca, por lo que es más difícil mantener el calor fuera si el armazón de tu casa tiene un color oscuro. La solución obvia es pintar las paredes de blanco, como se hace en los países mediterráneos, o incluso mejor, dotar a las paredes de un revestimiento de fachada blanco o cedral claro. La ventaja es que detrás de los paneles de la fachada hay una capa de aire que proporciona a tu casa un aislamiento adicional.
Los paneles de fachada de fibrocemento Cedral existen en muchos colores elegantes, incluidos los claros que ayudan a proteger tu casa contra el sol
El fibrocemento ofrece una protección duradera
El revestimiento de fachada Cedral tiene otras ventajas. Ofrece protección contra los rayos UV del sol. Gracias a esta segunda capa alrededor de tu casa, los elementos estructurales no están expuestos a las duras condiciones climáticas. Además, el revestimiento de la fachada está hecho de fibrocemento, un material extremadamente duradero con una esperanza de vida de más de 50 años.
Los paneles de fachada de fibrocemento Cedral están disponibles en muchos colores elegantes, incluidos los claros que ayudan a proteger tu casa contra el sol. Pueden combinarse con una capa de aislamiento, dando a tu casa una capa extra de protección, tanto en invierno contra el frío, como contra el calor en verano. Los revestimientos de fibrocemento requieren muy poco mantenimiento -basta con pasar un paño húmedo para que parezcan nuevos- y son resistentes al fuego, no arden.
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